viernes, 14 de diciembre de 2012

No se cómo volver

 Llevo meses con la idea y la intención de volver a abrir este rinconcito dedicado al deporte y todo lo que lo rodea. Las ganas son muchas pero el tiempo es escaso, aunque el mayor problema es... y ¿cómo vuelvo? Muchas noticias y muchos sucesos en estos meses, más bien años, de silencio, pero... ¿cuál es la noticia más importante para reabrir este espacio?

 Este blog acabó en una temporada en la que viví el sueño de formar la escuela deportiva que siempre quise, unido al segundo ascenso consecutivo con el grupo de jugadores con el que me hice entrenador. Esa fue la última entrada de este sitio,  la charla de antes del último partido y nunca informé del desenlace.

 Durante estos dos año me ha dado tiempo a disfrutar de miles de experiencias, la mayoría muy gratas, con alguna pequeña mancha que no tapa todo lo demás. Este chiringuito se cerró o se dejó de actualizar porque desapareció la ilusión gracias un pequeño grupo de pensadores que opinaban que lo que yo hacía estaba mal y que además perjudicaba el ideal de deporte educativo que persigo desde siempre y que mi intención era únicamente la de robar.

 Todo aquello me hizo pensar mis objetivos personales y en vez de rendirme esto hizo que surgieran ideas para reinventar mi proyecto y volver con más fuerza. "Este mundo está lleno de tiburones, que se alimentan del esfuerzo de los demás y que encima, una vez hecho suyo ese trabajo, machacan y hunden todo lo que tienes alrededor", pero conmigo no lo consiguieron.

 Salí de mi equipo para caer en el Atlético de Madrid y ese año conocí a un Gran Entrenador que me enseñó a montar el futbolín, ese amigo me demostró como un niño puede aprender desde el cariño y la máxima dedicación y gracias a ello se consiguen grandes resultados, se le reconozca al entrenador o no. Además coincidí con otras dos bellísimas personas que completaban ese maravilloso cuerpo técnico, disfruté de grandes momentos con ello y sobretodo reaprendí en poco tiempo muchas cosas que consideraba olvidadas. No puedo más que darles las gracias porque la mayor parte de responsabilidad de mi éxito es por ellos. Por desgracias no puede disfrutar de todos los viajes de final de temporada con ellos por estudios, pero de una manera o de otra siempre iba con ellos.

 Ese mismo año también conocí a grandes amigos, jugadores y compañeros en Calasanz. Fue una gran temporada, en lo personal y lo deportivo y me demostraron que con confianza y un objetivo claro se puede conseguir crecer y superarse. Coincidí con gente que tenía ideas muy parecidas a las mías y que además nos compenetrábamos a la perfección. Sí, quedamos campeones, pero de verdad que con lo que más disfruté fue viendo crecer a ese grupo desde su creación. Fue como ver crecer a un hijo, con el paso de los meses todos los integrantes maduraron y se hicieron jugadores con responsabilidades bien marcadas. Si una espina me queda clavada de aquella época es no haber podido tener algo más de tiempo para ellos, así como haberles dedicado unos minutos para hacerles llegar lo importante que fueron para mí. Realmente me sentí querido y respetado. Pude apreciar como confiaban en mi trabajo y defendían mis ideas y planteamientos como si fuesen suyos.

 Es un resumen muy, muy breve con todos los acontecimientos de aquella temporada, posiblemente la más completa de mi vida en todos los aspectos, pero creo que para reabrir este espacio es suficiente, si no... ¿qué iba a escribir en futuras entradas?

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