De nuevo un partido con muy mal juego y con un premio excesivo. Contento por el resultado ya que nos sigue dando la posibilidad de competir en la Fase Autonómica de la Comunidad de Madrid pero no por ello feliz por el juego del equipo que es verdaderamente nuestro objetivo. Comenzó el partido y antes de cumplir el primer minuto ya perdíamos 1-0, por un fallo en la marca culpa de la dejadez y parsimonia con la que defendemos. No podemos equivocarnos tanto en situaciones idénticas. Partido tras partido nuestro mayor error es el de tener dos velocidades, una para atacar y otra muy distinta para defender. Para poder hacer un buen juego hay que tener el balón y tratarlo bien y para tenerlo hay que mantener un orden defensivo que desde la vuelta de vacaciones hemos olvidado. El partido fue a peor ya que el Estudiantes hizo el segundo y nos dio una lección de intensidad y ganas por hacer las cosas bien, haciendo caso a las indicaciones y haciendo las cosas con criterio, pensando en cada momento qué debían hacer. A todos estos fallos defensivos hay que unir las pocas ideas que tenía el equipo cuando se hacía con la posesión de balón. No supimos crear espacios, buscar superioridad por banda, aprovechar los puntos débiles del rival, explotar nuestra velocidad...
Suerte que las jugadas a balón parado nos siguen dando alegrías y en un córner hicimos uno de los goles más bonitos del año que suponía el empate y la opción de poder conseguir la victoria que, como la semana pasada, llegó al final del partido, esta vez un poco antes, a falta de 7 minutos para el final. Un 10 al esfuerzo y empuje de cada jugador pero un 4 (por no decir un 0) a la concentración y organización de cada uno de ellos. No debemos salir nerviosos a ningún partido, ya que el fútbol es un juego y hay que disfrutar de ello, pero menos hay que salir al campo pensando en otras cosas o en otros partidos. Habrá que intentar corregir estas cosas y no tropezar por tercera vez en la misma piedra.
Suerte que las jugadas a balón parado nos siguen dando alegrías y en un córner hicimos uno de los goles más bonitos del año que suponía el empate y la opción de poder conseguir la victoria que, como la semana pasada, llegó al final del partido, esta vez un poco antes, a falta de 7 minutos para el final. Un 10 al esfuerzo y empuje de cada jugador pero un 4 (por no decir un 0) a la concentración y organización de cada uno de ellos. No debemos salir nerviosos a ningún partido, ya que el fútbol es un juego y hay que disfrutar de ello, pero menos hay que salir al campo pensando en otras cosas o en otros partidos. Habrá que intentar corregir estas cosas y no tropezar por tercera vez en la misma piedra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario